Hoy me pasó algo extraño...
Cuando terminé el instituto decidí no ir a la universidad.
Cuando murió mi padre perdí todo interés en los estudios y bueno, en todo prácticamente si bien es cierto que antes tampoco es que tuviera muchos intereses, la cosa venía de lejos.
Ese año repetí curso lo que para mí fue un golpe muy duro, aunque no inesperado, porque desde el mismo día en que mi padre se fue, dejé de estudiar, o estudiaba pero como sin fe, sin importarme nada, me daba igual.
Mi madre me convenció para que cambiara de instituto y siguiera estudiando, para que terminara al menos el instituto y con esa convicción que sólo las madres tienen, me convenció.
Finalmente terminé el instituto pero derrapando hasta en la última curva, con mis reservas de interés por los suelos y con el tanque de gasolina pidiendo clemencia.
He sido el típico estudiante que estudiaba lo justo para aprobar pudiendo sacar más nota, o sea, el peor tipo de estudiante que hay. Siempre he tenido una memoria extraordinaria, era capaz de memorizar cualquier cosa y siempre sacaba notas decentes pero con el tiempo....
Esta mañana he acompañado a mi cuñado a su universidad a recoger su título universitario y he pisado una universidad por primera vez en mi vida.
Nunca lo hubiera creído, me ha entrado una.... cuál sería la palabra... congoja, quizá, un nudo en el estómago. De repente he sentido una nostalgia tremenda y he deseado retroceder en el tiempo, por un momento he pensado que "esto era justo lo que necesitaba", lo que necesitaba entonces, no ahora.
Hay muchas razones por las que decidí no ir a la universidad y la desgana, desidia, desesperación con la que acabé el instituto, no son las primeras de la lista, no, hubo otras. Tuve miedo, mucho miedo. Miedo de verme en un entorno desconocido, de no conocer a nadie, de sentirme solo, de la gente, o lo que se llama trastorno de personalidad por evitación y todo lo que esas cuatro palabras significan.
Me ha gustado lo que he visto hoy, las instalaciones, grupos de gente estudiando, hablando, riéndose... Si hace años me hubieran gustado según qué cosas como ahora (anatomía, nutrición...) quizá lo habría intentado aunque es una forma de engañarme ya que por aquel entonces cualquier cosa quedaba subyugada por lo demás, no quería estudiar ni volver a ese ambiente, punto final.
El problema es que en esto años no he aprovechado para hacer otras cosas y hoy me he sentido decepcionado y muy frustrado, deseando volver atrás aunque, como otras veces he dicho, volver atrás no sirve de nada, lo que entonces decidió la balanza hacia ese lado era demasiado fuerte y aunque volviera al pasado mil veces haría lo mismo, seguramente. Sólo tenemos una oportunidad en cada momento... luego se pueden presentar otras pero ésa, se presenta una vez y luego se desvanece para siempre.
Sé que lo hubiera pasa fatal, hubiera sufrido bastante conociéndome en aquel momento pero quién sabe, habría conocido gente, habría hecho amigos.. al menos lo habría intentado. En aquel momento me autoconvencí a mi mismo que hacía lo mejor, me engañé, aunque fue una mentira piadosa, un mecanismo de defensa.
Sí, vale, sé que existe la universidad para mayores de 25, o algo así, pero me da igual, ya no, ahora no quiero, ese tren pasó y ahora ya no me importa, ahora vivo en el presente e ir a la universidad es una de esas cosas que no haré en esta vida.
“Si volviera a nacer, cometería los mismos errores, pero más de prisa”:
Ámbar, de Tapachula.